A veces es dificil salir del arrollador ritmo de vida en el que nos embarcamos, pero hablo en singular porque me refiero a mi. Desde el año pasado un poco después de estas fechas, me adentré en un proceso importante, un proyecto que a poco que luche ya, me va a condicionar de por vida. Hablo de la oposición. Habo de lo insignificante que ha sido para mi el gran logro del año pasado hasta ahora. Hablo de relativizar la realidad, descansar y dar un reconocimiento a tanto esfuerzo y exigencia, y lo hago desde donde me resulta más fácil parar, desde casa (Barco).
Mil vueltas le he dado a la posibilidad de venirme unos días..pero es que cuesta romper..y no sé muy bien como de repente me he dado cuenta de que el trabajo duro ya lo tengo hecho y que esperar para trabajar es lo mismo desde un lado que de otro, (sin dejar de lado mi camino), pero aquí al menos lo hago en compañia. Cuando he llegado a casa, habia doble recompensa, besos de todos y el título del "mità".. desde la distancia en el tiempo, me cuesta creer que pudiese lograr sacar este grado de valenciano en algo menos de 6 meses..pero ahí está, ahi está además ese 8,5 que me abrirá las puertas del trabajo antes o después, porque ya este año apruebe o no, seré funcionaria.
¿Dónde estaba mi propio reconocimiento hasta ahora? me pregunto, unicamente en un sitio, tapado detrás de la exigencia.
Ahora, contenta de haber parado un par de días para descansar, veo algo más que lo que mi agenda me marca para mañana, veo todo esto..además no podía perderme el otoño que en Alicante las estaciones no se notan.
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