CINCO LAGUNAS

Lo había prometido, me lo había prometido. El año pasado antes de volver a Alicante, me lo repetí internamente hasta que de verdad me lo creí. Del verano que viene no pasa, que suba a Cinco Lagunas.
Hoy...lo he cumplido.
Me siento bien, satisfecha, contenta y con entusiasmo por conocer cada vez más de cerca la Sierra de Gredos. Ya veo de lejos los siguentes pasos:
Pasar de una laguna a otra, hacer noche en los refugios, vivaquear mirando el cielo menos contaminado de la península y...ahora que ya tengo "conquistadas" las lagunas, ¿Por qué no empezar a conquistar picos?
Conozco el Almanzor y la Covacha, pero quedan muchos... La Galana, La Azagaya, La Ceja...
Habrá que empezar a planificarse para años venideros, para veranos parecidos a éste, que me ha valido mucho...
Sólo decir que la montaña me trae paz, equilibrio y entusiasmo, nuevos retos y fuerza para seguir tirando del carro, vaya hacia dónde vaya...
De Laguna a Portilla (Collado) de Portilla a Pico y de ahí...
Hacia arriba, simpre hacia arriba. ;)

LA TETA 2012

Madre mía con la teta...si es que no aprendo.
Leo la crónica de la última vez que la corrí (2008) y me dan ganas de ponerme a llorar.
Iba yo, tan motivada, visualizando los vídeos del "Kilian" subiendo Chamoneix... iba tan contenta, que me he emocionado a la hora de comer y la he "cagado" antes de tiempo.
Calor, calorrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr.
Dolor, dolorrrrrrrrrrrrr (de barriga un año más...) por lista.
Pistoletazo y..¡ostia que susto!  10' para dar la salida y cuando por fin nos relajamos, nos tiran un petardo para salir. Con el corazón ya acelerado por la acidosis, la digestión en proceso, y el petardo, me dispongo a subir a ritmo, pero...rápido me doy cuenta de que a pesar de ir "más fuerte" estoy floja.

Subida lenta-rápida (lenta de ritmo y ràpida de pulso), de intensidad 90% y de desnivel para poner las manos. Ratos de 3 apoyos, de lengua seca como la de las resacas y..de calor. En plena ola a subir montes, que como no hay río...En fin.
He coronado exhausta, pero con ganas de bajar, y es ahí... donde he disfrutado. Retozando monte abajo, he saltado sin pensar, divirtiendome y pasando gente. Los precavidos quedaban atrás, los fuertes iban demasiado delante y yo...observando el dolorcillo ese, que sólo me da en las bajadas.

Ya en el llano, mucho antes de entrar al pueblo, llevaba un rato conviviendo con el corte de digestión... aunque aun podía apretar. Ha sido notar la respiración de la que venía detràs en el cogote, y he exprimido lo poco que me quedaba por dar. Hasta el pueblo la he aguantado, pero...a 20m de meta...el ácido láctico rebosaba y me ha pasado. "Ale tira tú que puedes" le he dicho en voz alta y...ha cruzado delante.
La tercera posición, para ella. La cuarta para mi estómago y yo. Ale Bea, pa que vuelvas  (tú ya sabes por qué lo digo). :)
Al menos he bajado en 4' la última vez que la corrí. Esta noche lo celebro en la verbena. :)
Nos vemos el año que viene, que en otra...no me pillas.

IM-PRESIONANTE TORMES

Presionante está siendo el verano desde que decidí correr el triatlon. Presionante básicamente porque el líquido fluido no es terreno de dominio, sobre todo cuando la temperatura baja del los 25ºC.
 Allá que voy, me dije.. allá, después de hallar, muchas ánimos y propuestas de gente que me quiere y que confía en mis posibilidades cuando yo no atino a verlas.

Alea jacta est, dije en voz alta 10' antes de que se cerraran las inscripciones... Davi, al otro lado de la habitación dijo: "toma" y bien supo a qué me refería sin decirle absolutamente nada.
La suerte está echada, me decía de adolescente siempre que asumía un nuevo reto. Alea Jacta est... y siempre solía salir cara.
Ahora, a días del nevo reto, me preparo a conciencia en temperatura, en distancia y...en ambiente, vamos, en el rio.
Esta tarde le decía a María (que una vez más me ayudaba sin darse cuenta), sí, al río. Sí, a nadar a lo largo del Tormes al que he visto crecido, helado y seco... ese mismo que me ha visto a mí, pequeña, mediana y grande.
Él ha sido testigo de mi proceso, desde que empecé con un arsenal de flotadores, manguitos y corchos, hasta los veranos en qué le olvidé, salvo para meterme con ropa al bajar de los Toros...
Todo pasa y aquello...también pasó. Y vinieron nuevos tiempos en los que aprendí a nadar en él a la vez que a navegar sin ahogarme en "mi Barco"...yo me entiendo.

Hoy, lo  hemos cruzado, a lo largo desde las pozas hasta el puente...
¿De fondo? los ojos de los monstruos de piedra (Castillo y puente), ¿De lado? paseantes y mirones desde el parque de La Alameda, ¿De cerca? nadando a mi lado María,  ¿y conmigo?, yo.

Voy soltando lastres, en el contacto la temperatura ya no impresiona, o sí...:)  pero ya... sin presionar.
Es mucho más que un río, es agua y además, me vio crecer.

Espero que también me vea dar un paso más, adelante.