domingo, 20 de marzo de 2011

SALE EL SOL


Sale el sol. Por fin sale... entre nubes, nieblas, vientos, lluvias y demás inclemencias hemos pasado el último mes. Menos mal que al apartar la maraña nubosa, había un sol que salió desde el viernes, hasta hoy...
El sol salió y yo con él. Salió con fuerza y... de nuevo yo con él. Ambos teníamos ganas. De brillar para nosotros, ¿para quién más?.
El jueves rodé con el primer destello de luz. El viernes troté buscando los rayos del ocaso. Ambos días salí a cargarme de energía, a contarme en mi mente, que al menos este invierno... lo hemos pasado.
De pequeña, al llegar la primavera, con las primeras brisas cálidas de la Ribera, me decía estoy salvada, por entonces ya era consciente de que le frío y yo... hacíamos pocas migas. Hoy, unos 10 años después, me vuelven los argumentos de entonces, y... me hacen sonreír. Así es, como dicen los viejos, hay cosas... que no cambian.

Pues bien, a lo que voy, que hoy salió el sol (en Alcoy). A pesar de que anoche trasnochamos, hoy me levanté ya con luz (eso es bueno... pensé para mi, debe brillar algo por ahí...). En efecto, así era, así que, coge mallas cortas, gorrita de propaganda, gafas de incógnito y a ver cómo se da la mañana de cuestecitas.
Giménez en la salida y yo a su lado. (Un regalo de la vida para acompañarme en el cometido). Vamos en masa y...nosotros a la mitad de la marea. Nadie nos pasa... empezamos a subir. Tiro yo, tiras tú. ¿Cómo vas? Ninguno responde, la mirada da la respuesta.
Km 6 y... los primeros abandonos, otros caminan... y yo, sigo, pero parece que avanzo lo mismo. La subida no da tregua. Giménez también anda, pero no lo alcanzo... ¡¡a ver si va a ser que se avanza lo mismo...!! otro tirón de desnivel y ya.. se rompen los esquemas. ¡¡Es cierto, caminando se avanza igual!! Joder...
Da igual, hemos venido a correr, pues corre. Descubro que mi mente está limpia, clara y con una sola imagen. En mi pecho un recuerdo que tira de mi. No me quedaré con la espina de Murcia, sigue, sigue, sigue...

Levanto la mirada y la meta no llega. Otra curva más... De fondo se oye ¡Vamos Maite!, al volverme la tal Maite me pisa los pies. De las tripas, sale el tirón que no la deja acercarse y que sin darme cuenta me hace cruzar la meta esprintando.

¡¡He llegado!! y mi sensación es de euforia... Por fin disfruto, por fin sonrío, por fin me dejo en paz, porque es así como me quedo. Lo he dado todo y se nota en algo... en dos cosas:
En mi cara y en la mochila, vuelvo a casa con un trofeo. :) Brilla el sol... por fin sale.

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