miércoles, 3 de marzo de 2010

SILENCIO


Me gusta la paz de la biblioteca. Ni falta luz, ni silencio, ni calorcito. Cuando fuera diluvia aquí, no se nota. Cuando hace viento, no se mueven mas que las hojas que muevo yo, y siempre (o casi siempre) hace calorcito. La luz es similar a la del sol, blanca y...encima ésta no molesta y el silencio, parece calmar a los que nos criamos con silencio por dentro, y sobre todo, por fuera.
A las 6:00h de esta mañana ya había ruido por la calle. Si no es la basura, es la ambulancia, si no el más madrugador que yo o... en el mejor de los casos el que va a acostarse.

Anoche, cuando salí a correr por el polígono, descubrí (recordé) esa paz que tanto anhelo. Los polígonos industriales son distintos según la hora a la que los transites. A las 8:00h es auge de movimiento, pero a las 22:00h es de silencio.
Me gustó notar el talante al que se trabaja después de una jornada completa. Ahí ya no hay lugar para las prisas de primera hora y, el trabajo que queda...se hace despacio para volver cuanto antes a casa.

Anoche, "El Canastell" desprendía paz. Pocas luces atravesaban las rendijas de dentro hacia afuera... Me despertó (internamente) el olor del almacén de almendras tostadas, el del horno de pan que no para en toda la noche y la mezcla de ambos con el olor a humedad. Era el escenario perfecto para notar... luz (mezcla de luna nueva y farolas blancas), silencio (el de después de un día completo en un polígono industrial) y... calor, (el que desprendía mi cuerpo corriendo a ritmo como hacía días..)
Hoy, sentada frente al ordenador doy espacio a mi presencia de anoche... le pongo como testigo de que la paz, la luz, el calor y el silencio me gustan. Por eso estoy aquí.

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