domingo, 28 de octubre de 2012

VOLTA A LA FOIA / 27,5 Km.

Esta mañana me despertaba nerviosa, anoche ya estaba así, hoy, sabía que era la Volta a la Foia.
Desde que me aventuré a preguntar a Rubén si iba a correrla, me acompañaba un sentimiento de profundo respeto al recorrido del "Valle del Juguete", básicamente porque me dijo que sí.

Eran 27,5 Km que en tedioso asfalto podían volverse cuanto menos, dolorosos.
Eran más metros de los que el cuerpo acostumbra a asimilar con agrado y buen temple y más, si le falta el tacto del camino pedregoso bajo las rodillas. Asique, me fui a consultarlo con la almohada. Ésta, acostumbrada a que la consulte retos, como siempre, me animó. Ya, la estamos liando....
 Fuí entonces, directa a Davi  buscando una segunda opinión: ¿Qué piensas cariño? ¿Cómo me ves para correrla? no contaba con esto y no la he preparado... otro empujón por su parte y 2-0 para el profuendo respeto por mi parte al kilometraje. Si además, le sumamos la promesa que me hice un par de años atrás de correrla algún día, 3-0 y ninguna escusa, y lo que tocaba.... era apuntarse.

Así la cosas, pasé mi semana de descanso, descansando más bien poco. Que si subimos al Reconco, que si me pongo a nadar con exigencia, que si se nos calientan los cascos y nos metemos 90km de puertos, que si me pongo a descubir caminos por la sierra... Miedo me da...pero ya estaba apuntada. Lo de siempre, no tengo remedio. :)

De manera que esta mañana de lo que se trataba, era de disfrutar y... el ambiente era tan bueno, tan sano, tan propicio y tan poco competitivo, que me siento entre afortunada y agradecida de haberle preguntado aquel día a Rubén.
Afortunada por haber logrado un buen objetivo, pero sobre todo por haberlo podido compartir con dos grandes. De José Pablo, poco puedo decir a parte de que sólo un grande se atreve con la hostil montaña más de 42km, pero de Rubén... me quedo sin palabras. Grande no es exactamente la palabra, enorme diría yo es el deportista, pero más enorme es, el corazón de este hombre. Tiene que serlo por necesidad, aunque sólo sea por el entrenamiento, pero creo que es más grande por su capacidad de entrega, por su trato humano y amable, por su generosidad y humildad, por su disciplina... amén de por sus ¡¡4 o 5 Ironman.!! :)
No ha habido un sólo kilómetro de los 27, en los que alguien no le haya devuelto una sonrisa, un halago o una palabra cariñosa. Por algo será...

Hoy estoy "Super" (como dice él) contenta y agradecida de haber podido compartir esta experiencia con una persona así.



 
¡Qué suerte tengo coño! ;)

No hay comentarios: