viernes, 24 de octubre de 2014

ULTRA DE GREDOS: EL VALOR DEL SILENCIO


ULTRA DE GREDOS: EL VALOR DEL SILENCIO

Desde que me enteré que habría un ultra en Gredos, supe que estaría, aunque…no se lo dije a nadie.  Maduré la idea, la asimilé y cuando me sentí preparada,  al estilo “zorrete” me apunté. Quedaba mucho, casi un año diría yo, y había otros objetivos que atender antes de encararme con este, asique pensé, de momento me apunto y…ya veremos. Tras un tiempo de silencio, (lo justo para asimilar) se lo dije a Davi, luego a Chuchi y finalmente apunte en un papel “PODIUM EN EL ULTRA”.  Lo quité de la vista, (tanto que a día de hoy no sé dónde está) pero no del pensamiento y me puse a otros menesteres.
Pasé el año mirando otros objetivos y llegó el verano sin ninguno, excepto el mantenerme entera a pesar de trabajar en mis vacaciones.  Agua de Navalguijo diaria, trote cochinero matinal y ratos pasa pensar en todo, menos en correr de más.

Final del verano y un mes y medio para preparar un ultra…puff, puff. Como dice Rubén… “se me amontona la faena”. Afortunadamente la inercia del trabajo, la constancia y la fortuna de estar con personas de gran valor, hace que algo siempre se pegue. Las tornas habían cambiado y el objetivo del Ultra era sobre todo disfrutar, correr con Chuchi, Tinín y Javi y por supuesto disfrutar.
Así las cosas, pistoletazo de salida y…comenzamos a subir. Estos meses de estrés me pedían silencio, descanso de ruido y solo quería correr, correr en silencio para escuchar mis pensamientos, esos…que no vienen de la cabeza. Correr cuesta arriba hasta que me falten  fuerzas para pensar, literalmente pensar con la cabeza.  Mi teoría es, que la sangre se la llevan los músculos y la cabeza se queda liberada, entonces solo sientes, solo corres y ahí, estás en paz…sola y en silencio, en paz. Para el caso esta vez, Chuchi y su bocina no respetaban esta paz y más bien nerviosa, sobre el kilómetro 20 se me planteó el ULTRA dilema.

Una voz, a la que en ese momento hubiese preferido no escuchar, me gritó -“vamos que vas cuarta y las tienes ahí mismo”-  “No me jodas” – pensé. “Yo a eso…no he venido”.  El papel del Pódium estaba guardado, olvidado…”¡¡¡¿Dónde estará ese dichoso papel que tanto poder tiene?”!!! “Y ahora… ¿qué hago?” Dudé hasta el km 30 notando tensión, una tensión que era solo mía y que no era justo compartir con quien solo quería disfrutar. Tomé la decisión en silencio y la compartí con Javi. “Quédate tú Javito, yo…lo voy a intentar”
Mal momento para quedarme sola, pero...ya estaba decidido.  Los Galayos desde donde estaba, aún se intuían y…tenía que visitarlos. Trepadas, resbalones, y pendiente desfavorable. Me perdía del balizaje al no levantar la vista del suelo. El lomo “doblao” y el corazón en las sienes me encendían la luz roja, pero…no iba a frenar. Ratos de descoordinación y en los últimos 100m desánimo, pero sin plantearme claudicar.

Entrada por una pequeña portilla y sin tiempo para celebrarlo, me encuentro arriba con niebla y viento. “Sorpresa” me dije sola y en voz alta. No iba a ser tan  fácil... Rato de cresteo hasta ojear La Mira y otra vez para mí y verbalizando en alto “no me jodas que hay que subir hasta allí”.
Una hilera de gente encaraba el pico, aunque afortunadamente no tocamos punto geodésico, (eso que se llevaron mis piernas). Sube, llanea, sube, llanea, sube, llanea… me prometí en la última subida y por primera vez que “Si me ponen otra en dirección al cielo, me voy a autobús y aquí hemos terminado”. Afortunadamente comenzó el llaneo y vi de lejos la que iba tercera. Terreno técnico y suelto…”si se mantiene el relieve la cojo”. A escasos metros de una nueva subida, recuperé la moral de la visita a Galayos, y olvidé la promesa anterior.

Estaba en  pódium, pero a 20km y sola… sola y en silencio. Poco a poco el terreno favorable me acercó sin saberlo a un grupo desunido y una pequeña pendiente descendente me dejó en el avituallamiento del Km 38 donde estaba un poco más cansada que yo, la  que iba segunda.
Ni paré, bebí y marché. Me dijeron que sólo quedaba Silvia y lejos. Km 45 clic de control de chip y bajada de las mías. Por primera vez me vengo arriba. Técnico, mojado, de piedra suelta y trampaleras…lo tenía que intentar. Solo pensaba en Javi y Chuchi, en Rubén, y en la meta dónde estaban Mariu y Davi. A priori la cuesta abajo se inclinaba a mi favor y de repente  y de fondo Silvia.

Paso rápida y la saludo,  parece que intuye la fuerza que he recuperado y casi ni me planta cara… A partir de ahí era sumar y restar. Sumar kilómetros, restar metros de desnivel, eso sí con más presión de la que me hubiese permitido disfutar.
Laaaaaarrga bajada, dura y técnica con algún momento de duda en las balizas. Fatiga nerviosa y muscular y mis primeras lágrimas. No me siento positiva y noto que ya…no me apetece estar allí. Mis preguntas se suceden -¿Para qué? - De verdad… ¿era necesario? - Así…No –

El orgullo tiraba de mí, tras dejarlos atrás, no podía decepcionarlos. Pensaba además que Davi, se sentiría contenta y…seguía. Despotricando de mi mala gestión de las fuerzas, me fui acercando a la meta hasta que con mucho esfuerzo conseguí entrever el pueblo y la cuesta que por la mañana nos había recibido con una buena rampa. Miré atrás y en mucho…me veía sola. Ahora sí…podía llorar. Hasta meta lloré mucho,  sola y sin hacer ruido. Con el valor del silencio.




4 comentarios:

Unknown dijo...

Eres una máquina, todo un ejemplo
Un abrazo
Juan Galera Pérez

Angela Brotons dijo...

Todo se define en…. Eres un ejemplo a seguir!
Siempre consigues tus metas!
Sigue luchando por aquello que quieres conseguir porque lo conseguirás!
Muy muy muy orgullosa de tí.
Un beso mi bicho campeón!!

Beatriz Alonso dijo...

Gracias Juan, a por el tuyo que lo tienes ya mismo ah loí y vas a hacer genial. Ángela, la referencia eres tú. Constancia, trabajo diario y nunca nunca claudicar...yo me fijo en tí.

Unknown dijo...

Genial y ejemplar, tu entrada en meta fue uno de los grandes momentos del ultra trail de gredos, la emocion que transmitias hacia que se te pusieran los pelos de punta, una imagen que transmitia esfuerzo, ilusión, constancia...
Enhorabuena por tu carreron, por conseguir tu objetivo en tu querida Sierra de Gredos y gracias por contarnoslo así, eres un ejemplo. Suerte y éxito en la organización del Trail de Gredos