Por fin un poco de espacio, para pensar, retomar, sentir, reflexionar y estar. Conmigo y con los demás.
Por fin un poco de tiempo para dormir, comer sin prisas, plantearme hacer deporte con disfrute y viajar.
Largo trimestre en el que he pasado por todos los estados posibles. Sólido, líquido y gaseoso.
Solido comienzo con días de liquidez. Liquido final con días a medio gas... y es que el comienzo antes, se ha notado.
El número de cursos y el de clientes por curso. Se ha hecho largo. Me planteo pues, empezar a dar forma en vacaciones al nuevo trimestre, para que esta vez...no nos pille el toro.
Ahora parece que con luz, se alumbrarn partes oscuras, esas que pedían espacio. Dice Helena que solo es alumbrarlas y aceptarlas, sin más...no hay que hacer nada. Pues ahí estoy, con la linterna.
Sombras de exigencia, juicio y miedos. Como todo ser humano con sus piedras en la mochila, intentando avanzar a pesar del peso. Máscaras de ningún material, para tapar aquellas sombras y por supuesto...sin efecto alguno.
Superación y entrada por la puerta grande a ahondar donde más "pica"...así se limpia (eso dicen) y creo que este año, he limado y limpiado con mis predecesores.
Poder perdonar es una liberación, eso sí, he necesitado espacio, tiempo, coraje y conciencia. Mi regalo de Navidad es el perdón, para él-ellos y para mí.
Creo que con esto comienza una nueva etapa.
Feliz espacio interno y externo para poder compartirlo. Feliz Navidad.
sábado, 20 de diciembre de 2014
miércoles, 19 de noviembre de 2014
OTOÑO EN MI - Con confianza
Lucha diaria y constante. Superación tras superación. Jucio a mí, recuerdos de momentos pasados y poco espacio interno.
Mi mundo interior pide paso, a gritos. Noto que tiembla el alma, tirita, busca recovecos por donde salir, como la luz que al final siempre encuentra la manera.
Me veo y lo veo en mi vida siempre. Espacio par ti Bea, como cuando eras niña y se te hacía de noche jugando, estabas contigo. Espacio par tí Bea como cuando eras adolescente y sólo encontrabas paz en el espacio de tu habitación mirando el fondo blanco del techo y buscando ninguna forma al gotelé. Espacio como en las tardes de ribera y noches de estrellas, o como en la carrera matutina sin prisas, escuchando en la montaña el sonido del viento entre los pinos. Sólo tú sabes cómo darte paz...paz "de la buena"
CORRE y ESCRIBE.
MEDITA
HABLA y ESCUCHA
APRENDE y ENSEÑA
Con confianza, no queda otra...
Mi mundo interior pide paso, a gritos. Noto que tiembla el alma, tirita, busca recovecos por donde salir, como la luz que al final siempre encuentra la manera.
Me veo y lo veo en mi vida siempre. Espacio par ti Bea, como cuando eras niña y se te hacía de noche jugando, estabas contigo. Espacio par tí Bea como cuando eras adolescente y sólo encontrabas paz en el espacio de tu habitación mirando el fondo blanco del techo y buscando ninguna forma al gotelé. Espacio como en las tardes de ribera y noches de estrellas, o como en la carrera matutina sin prisas, escuchando en la montaña el sonido del viento entre los pinos. Sólo tú sabes cómo darte paz...paz "de la buena"
CORRE y ESCRIBE.
MEDITA
HABLA y ESCUCHA
APRENDE y ENSEÑA
Con confianza, no queda otra...
viernes, 24 de octubre de 2014
ULTRA DE GREDOS: EL VALOR DEL SILENCIO
ULTRA DE GREDOS: EL VALOR DEL SILENCIO
Desde
que me enteré que habría un ultra en Gredos, supe que estaría, aunque…no se lo
dije a nadie. Maduré la idea, la asimilé
y cuando me sentí preparada, al estilo
“zorrete” me apunté. Quedaba mucho, casi un año diría yo, y había otros
objetivos que atender antes de encararme con este, asique pensé, de momento me
apunto y…ya veremos. Tras un tiempo de silencio, (lo justo para asimilar) se lo
dije a Davi, luego a Chuchi y finalmente apunte en un papel “PODIUM EN EL
ULTRA”. Lo quité de la vista, (tanto que
a día de hoy no sé dónde está) pero no del pensamiento y me puse a otros
menesteres.
Pasé
el año mirando otros objetivos y llegó el verano sin ninguno, excepto el
mantenerme entera a pesar de trabajar en mis vacaciones. Agua de Navalguijo diaria, trote cochinero
matinal y ratos pasa pensar en todo, menos en correr de más.
Final
del verano y un mes y medio para preparar un ultra…puff, puff. Como dice Rubén…
“se me amontona la faena”.
Afortunadamente la inercia del trabajo, la constancia y la fortuna de estar con
personas de gran valor, hace que algo siempre se pegue. Las tornas habían
cambiado y el objetivo del Ultra era sobre todo disfrutar, correr con Chuchi,
Tinín y Javi y por supuesto disfrutar.
Así
las cosas, pistoletazo de salida y…comenzamos a subir. Estos meses de estrés me
pedían silencio, descanso de ruido y solo quería correr, correr en silencio
para escuchar mis pensamientos, esos…que no vienen de la cabeza. Correr cuesta
arriba hasta que me falten fuerzas para
pensar, literalmente pensar con la cabeza.
Mi teoría es, que la sangre se la llevan los músculos y la cabeza se
queda liberada, entonces solo sientes, solo corres y ahí, estás en paz…sola y
en silencio, en paz. Para el caso esta vez, Chuchi y su bocina no respetaban
esta paz y más bien nerviosa, sobre el kilómetro 20 se me planteó el ULTRA
dilema.
Una
voz, a la que en ese momento hubiese preferido no escuchar, me gritó -“vamos que vas cuarta y las tienes ahí
mismo”- “No me jodas” – pensé. “Yo a eso…no he venido”. El papel del Pódium estaba guardado,
olvidado…”¡¡¡¿Dónde estará ese dichoso
papel que tanto poder tiene?”!!! “Y ahora… ¿qué hago?” Dudé hasta el km 30
notando tensión, una tensión que era solo mía y que no era justo compartir con
quien solo quería disfrutar. Tomé la decisión en silencio y la compartí con
Javi. “Quédate tú Javito, yo…lo voy a
intentar”
Mal
momento para quedarme sola, pero...ya estaba decidido. Los Galayos desde donde estaba, aún se
intuían y…tenía que visitarlos. Trepadas, resbalones, y pendiente desfavorable.
Me perdía del balizaje al no levantar la vista del suelo. El lomo “doblao” y el
corazón en las sienes me encendían la luz roja, pero…no iba a frenar. Ratos de
descoordinación y en los últimos 100m desánimo, pero sin plantearme claudicar.
Entrada
por una pequeña portilla y sin tiempo para celebrarlo, me encuentro arriba con
niebla y viento. “Sorpresa” me dije sola y en voz alta. No iba a ser tan fácil... Rato de cresteo hasta ojear La Mira y
otra vez para mí y verbalizando en alto “no
me jodas que hay que subir hasta allí”.
Una
hilera de gente encaraba el pico, aunque afortunadamente no tocamos punto
geodésico, (eso que se llevaron mis piernas). Sube, llanea, sube, llanea, sube,
llanea… me prometí en la última subida y por primera vez que “Si me ponen otra en dirección al cielo, me
voy a autobús y aquí hemos terminado”. Afortunadamente comenzó el llaneo y
vi de lejos la que iba tercera. Terreno técnico y suelto…”si se mantiene el relieve la cojo”. A escasos metros de una nueva
subida, recuperé la moral de la visita a Galayos, y olvidé la promesa anterior.
Estaba
en pódium, pero a 20km y sola… sola y en
silencio. Poco a poco el terreno favorable me acercó sin saberlo a un grupo
desunido y una pequeña pendiente descendente me dejó en el avituallamiento del
Km 38 donde estaba un poco más cansada que yo, la que iba segunda.
Ni
paré, bebí y marché. Me dijeron que sólo quedaba Silvia y lejos. Km 45 clic de
control de chip y bajada de las mías. Por primera vez me vengo arriba. Técnico,
mojado, de piedra suelta y trampaleras…lo tenía que intentar. Solo pensaba en
Javi y Chuchi, en Rubén, y en la meta dónde estaban Mariu y Davi. A priori la
cuesta abajo se inclinaba a mi favor y de repente y de fondo Silvia.
Paso
rápida y la saludo, parece que intuye la
fuerza que he recuperado y casi ni me planta cara… A partir de ahí era sumar y
restar. Sumar kilómetros, restar metros de desnivel, eso sí con más presión de
la que me hubiese permitido disfutar.
Laaaaaarrga
bajada, dura y técnica con algún momento de duda en las balizas. Fatiga
nerviosa y muscular y mis primeras lágrimas. No me siento positiva y noto que
ya…no me apetece estar allí. Mis preguntas se suceden -¿Para qué? - De verdad… ¿era necesario? - Así…No –
El
orgullo tiraba de mí, tras dejarlos atrás, no podía decepcionarlos. Pensaba
además que Davi, se sentiría contenta y…seguía. Despotricando de mi mala
gestión de las fuerzas, me fui acercando a la meta hasta que con mucho esfuerzo
conseguí entrever el pueblo y la cuesta que por la mañana nos había recibido
con una buena rampa. Miré atrás y en mucho…me veía sola. Ahora sí…podía llorar.
Hasta meta lloré mucho, sola y sin hacer
ruido. Con el valor del silencio.
jueves, 5 de junio de 2014
CRÓNICA DEL PROCESO: IRONMAN-IRONCAT /IRONTEAM-IRONMIND
La
aventura comenzó una tarde de verano, en uno de esos días en los que estaba sin
motivo, desmotivada. De repente y como si la vida me estuviera escuchando, sin
hablar…encontré el motivo para dejar al menos de darlo espacio.
Frío en mis manos muchos ratos sobre la bici, viento… días con ganas y sin ganas. Sola y acompañada, pero sobretodo acompañada en mi soledad. Gracias Rubén, Davi, Javi, Chuchi… siempre sois los mismos.
Tenía que terminar para no darle la razón al Ego y luchar como un jabato, como hace el Maki diariamente en su matadero.
Laaaaaaaaaaaaaaaaaaaarga se me hizo la primera vuelta entre las boyas, ya que entre los “meneos” que me metieron y el traqueteo del agua, exigió de mí, dar lo mejor que tenía. Eso sí, a mi ritmo…
Abrí
el facebook y encontré un mensaje de Rubén con la apertura de las inscripciones
del Ironcat, y de repente…me volvió la motivación (con susto incluido) y en el
lote, el recurso para estar motivada al menos otros 9 meses. Dicho y hecho,
apuntada. Sin pensarlo. Tengo que decir,
que la sensación de verme inscrita ahí, fue tan poco real, que tardé varios
días en decírselo a Davi. Aunque ella…creo que ya lo sabía.
Todos
mis miedos, se concentraron en un reto y seguidamente y también sin quererlo, me
vi inscrita en el triatlón del Aravalle. (No fui yo, lo juro).
Otra
vez dicho, y otra vez hecho, y al agua. Y tarde tras tarde en la orilla del Tormes y con la piel de
gallina, me la pasaba “raneando” con más miedo que vergüenza. Comencé nadando
en “las lanchas” del rio a última hora de la tarde. Ida al puente y volver. (Davi
y María conmigo y bien cerquita). Luego
pasé a aventurarme a soltar la orilla, en el pantano de Santa Lucía, al que
cariñosamente llamamos “La Ciénaga,” (Sonsoles y sus cosas…) J Al principio fueron 5’, luego 10 y en al final del verano fueron de
tope, 20’ (lo que tardé con Chuchi en atravesar la Ciénaga en el Triatlón del
Aravalle). J
Quedan 8 meses y ya me alejaba de la orilla… ¡¡esto marchaba J!!
Sin
circulación en los pies y manos, no sé si del frío o del susto, pero me sentía
viva. Igual…era mi nuevo camino. Y notaba que el agua…me sentaba bien.
Seguimos.
Así
las cosas y llegado el otoño, me planté en la piscina de Castalla, y
religiosamente cada lunes y cada viernes chapoteaba allí hasta que aprendí que
en un año se puede mejorar mucho, pero que no todo iba a hacerlo en éste. Para
éste, fue conseguir la respiración bilateral, para el que viene… bajar de 29
brazadas en cada piscina JFrío en mis manos muchos ratos sobre la bici, viento… días con ganas y sin ganas. Sola y acompañada, pero sobretodo acompañada en mi soledad. Gracias Rubén, Davi, Javi, Chuchi… siempre sois los mismos.
Domingos
de llegar a comer a la hora de la merienda y tener la comida hecha. ¡¡Gracias
Davi!! Medias maratones que corríamos ya cansados por haber llegado en Bici.
Alcoy, Santa Pola, La Font D’en Carròs, Xátiva, Yecla…de todas tengo buenos
recuerdos, a pesar de que todos los momentos no fueron fáciles. ¡¡Gracias
Rubén!!
Pies
dormidos que despertaron en Abril, Carrasqueta va, Carrasqueta viene al menos 7
veces este año. Canalís va, Venteta vuelve, Revueltas, Tibi… Hoy a Yecla a
llanear, mañana a Alicante buscando el calorcito… y al mes…vuelta a empezar.
Cambio de cubiertas, que se ven los pelos de la vieja y ya se han perdido los
de la nueva, creo que nunca…llegué tan lejos en Bici. Aprx. 3000km ¿hasta dónde
habría ido este año? Pues… al objetivo. Llegue
a la T2
Pasico
a pasico, quitaba horas del trote en la montaña, para dárselo al asfalto. Esto
era cosa de los miércoles antes de ir a trabajar viendo amanecer en Onil. Luego
se sumarían, el Migjorn, la Volta a la Foia, las Quilamas…¡¡Que dureza en la
sierra de las Quilamas!! (Gracias otra vez Javi y Mariu por proponer)
Javi, aun recuerdo llegar a comer los 3 días seguidos, dos de ellos casi
a las 6 de la tarde. Después… calor en la lumbre de la casa rural, o la del
refugio en la que tu hornillo nos calentó aquella sopa. Tampoco olvido la del
bar donde los Pellets y el pincho de
Tortilla+el Colacao nos recuperaron…ni la subida en la que coronando se me
metió la niebla y la nieve y tu silueta a lo lejos hizo que no abandonara. Miles de pasos juntos en 3 días que sumaron
si bien vengo a recordar casi o rozando los 90km. ¡¡Gracias Javi!!
Dos
o tres Sansilvestres y las medias maratones del plan Bici+trote. Miro atrás y… tuve dudas…no pensé que
llegara. Chuchí de fondo, siempre estaba
ahí…Maki, eres un Maki y no te queremos
nada (y… lo sabes) J¡¡Gracias!! Tu
recuerdo junto a mí en el Aravalle hizo que no abandonara en mi momento en el
Agua. La vocecilla de Javi, me repetía internamente, esos momentos los tenemos todos, vamos Bea. El rasto de Rubén
delante y Davi en la Orilla…tenía que seguir.
Tenía
que seguir para ver a Rubén sentado en un banco esperando por mi… no tiene
precio.
Tenía
que seguir porque Javito dice que soy una Hurona.
Tenía
que seguir porque Davi ha luchado tanto como yo en el agua y fuera de ella. Tenía que terminar para no darle la razón al Ego y luchar como un jabato, como hace el Maki diariamente en su matadero.
Este cruce de meta…lo hicimos juntos.
Si algo he aprendido es que en este deporte tan individual, solo se cruza la
meta si tienes ayuda y yo…he tenido la
mejor. Crucé Gracias a vosotros y a vuestro tiempo, a vuestros ánimos y
atención hacia mí. Si algo creo que debe enseñar esto, es a ser más humilde, no
creo que muchos…lo consigan solos.
CRÓNICA DEL FIN DE SEMANA EN L’AMPOLLA Y DEL DÍA DE LA
PRUEBA.
Que chulo fue compartir viaje, camping y prueba con Berna y
Rubén. Nos pusimos el traje de luces para compartir cartel y ver amanecer en el
agua, pero eso…sólo lo hice yo, porque salí la penúltima. JLaaaaaaaaaaaaaaaaaaaarga se me hizo la primera vuelta entre las boyas, ya que entre los “meneos” que me metieron y el traqueteo del agua, exigió de mí, dar lo mejor que tenía. Eso sí, a mi ritmo…
De la bici recuerdo encontrarme en cada vuelta a Rubén y
Berna y llevar un bote de regalo a Davi.
La película me la monté contándome que a cada vez que pasara por delante, tenía
que llevarle un regalo a Davi (botes de bici que me daban en el
avituallamiento) y que había a 30km de distancia (desde Béjar…por ejemplo).
Del trote lo que más recuerdo es el dolor de la rodilla,
desde el kilómetro 1. Aguanté sin escucharlo demasiado, hasta el 30 pero los 12
siguientes pidió paso y… ¡a ver quién la callaba ya!.
Me quedo con la salida del agua orgullosa de mi misma y con
una intención clara. Una vez más, yo sola…no hubiese podido.
Me quedo con cada encuentro en las vueltas de la bici en las que ver a Rubén y a
Berna me animaba a seguir.
Me quedo con la compañía de Davi en los últimos 5km y con
Rubén sentado en un banco en un parque junto a la meta. No creo que olvide esa
imagen nunca. (¡¡¡Que Calambres tenía el pobre…!!!!) J Aun me da la risa… J
Me quedo con las
manos de Davi y Rubén cogidas de mi al cruzar el final de este reto.
Me quedo con
el viaje, con el camping, con las conversaciones compartidas…Me quedo con el
paseo junto al mar, los 4 la noche de antes. Me quedo con los espaguetis y la
tortilla de patata. Me quedo con la búsqueda de los quesitos en el maletero
muerta de hambre y con el bocadillo Domenech…
Me quedo con muchas cosas que me llenan. Gracias Davi, Berna
y Rubén por un genial fin de semana.
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