Ayer,
mientras corría la II Pujada al Migjorn, me daba cuenta de que ese mal humor,
lo expulsaba en casa, en mí, o en las maneras de comportarme con otros y en un
momento de lucidez, de esos que te da el correr, me dije internamente, que a
partir de ahora “A cagar, al monte” al
monte a cambiar por bueno ese mal humor, a soltar la sobre-exigencia y a
librarme de mí misma en momentos de atasco… al monte a limpiarme y si es
posible, disfrutarlo.
Lo
sé de otras veces, pero en ocasiones…se me olvida. Bea, si te “das una vuelta a tiempo”, luego estás de otra manera. La montaña limpia, oxigena, libera y permite
ser.
Espero
estar lo suficientemente atenta, para salir “a cagar” cuando se acumule la
mierda interna.