Y mientras está lo que tú quieres. Lo que desearías y por lo que luchas diariamente, pero también hay recovecos que no aparecen en la hoja de ruta que tú te trazaste cuando elegiste tu destino. Así es la vida, con sus objetivos, carreras, sueños…
Sabes que puedes, y sabes que si lo dejas, te puede. Si te despistas te alcanza y si saltas el límite ese que duele atravesar, la gloria está asegurada, porque has ido más allá de lo que pudiste en otras ocasiones… y gira y vuelves atrás, para coger impulso, para subir la próxima vez un poco más arriba y seguir creciendo…y vuelves a bajar, pero de otra manera y a otro lugar. La noche y el día, el verano y el invierno, la luna y el sol, el otoño y la primavera, el yin y el yan…cíclicamente se transforman en sus complementos y en sus opuestos. Somos lo mismo ¿Cómo equilibrarlo?
No
es fácil, nadie dijo que lo fuera. Es más creo que…para nadie lo es. Cada uno
en su “lucha” interna sabe diferenciar sus dificultades, pero también sus
puntos fuertes. Ahí vamos, todos…unidos y separados, girando a la vez y cada
uno en su propia órbita ¡¡qué difícil se me antoja que coincidan las
trayectorias comunes e individuales…!! ¡¡Que fácil sería todo sin pretensiones,
sin egos…!! Como dice el I CHING “EL GRAN CAMINO ES FÁCIL PARA QUIEN NO TIENE
PREFERENCIA!! Pues así como él. Cualquier día…le viene bien.
¡¡LO QUE TENGO QUE APRENDER!! ( para que me
cuadre la trayectoria…)
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