UN PUNTITO DE LUZ

Cuentan que un día de ese cielo raso y estrellado de verano en Gredos, cayó una estelita de luz sobre una humilde casa de antiguos pastores. La lucecita era inesperada, pero aunque pequeña emitía mucha luz.
Cuentan que apagaba y encendia su fuerza a la par que el día y la noche y que acabó por hacerlo también al ritmo de las estaciones.
Cuentan, que una noche de verano, la luz se transformó en materia luminosa y que de ahí nació una criaturita, que vino a alumbrar a una familia formada por amplios detellos, pero también por profundos ratos de oscuridad.
Cuentan, que en los ratos de oscuridad, la niña lloraba de manera desconsolada, con amargura...durante años. Buscaba su luz, en las estrellas, en el sol, en el fuego de las chimeneas, en el amor....Cuentan que creció buscando ese foco de esencia que la alumbrase el camino, que la llevase de vuelta a la luminosidad de donde vino y a ser feliz en contacto directo con su verdadero ser.
Cuentan que un día, la niña creció. La adolescente maduró, la adulta se hizo mujer. Mujer de búsqueda de luz...a ratos mujer de luz.
Cuentan, que aunque nunca terminaba por entender por completo el idioma en el que su cuerpo le hablaba, hacia verdaderos esfuerzos por entenderse con él.
Cuentan, que cuando fue mayor, abandonó el hogar paterno y se marchó a buscar luz a una tierra del sur, del éste... A una tierra donde cada mañana podía ver el primer rayo de sol del día.
Por temporadas, después de cargarse de ésta nueva luz volvía. Volvía una y otra vez a la casa donde creció, para alumbrar los recovecos que alguna vez le habían hecho dudar del camino o perderse en la oscuridad. Cuentan, que a pesar de que para ella, cada paso hacia lo oscuro era doloroso, con distancia, tiempo y trabajo ésto... le permita crecer y descubrir que en las sombras, finalmente nunca había nada.

Cuentan que vivió dedicada a entenderse así misma para después ayudar a entenderse a los demás. A alumbrarse, para alumbrar...

Cuentan que vivío buscando la luz, su esencia... y que cuando la encontraba siempre, sin escatimar la compartía. Era luz, había venido a eso...

Namasté

DESDE EL MIGJORN A BARCO...

Esta mañana era diferente. Las horas de tren y autobús de ayer me trajeron de vuelta a Ávila (a El Barco de Ávila),  a amanecer en altura y con más frío de lo normal.
Ya llevaba unas semanas, echando en falta el contacto con el otoño, ese que se nota, en la teperatura y en los colores, en el olor...y coincidiendo con el cumple de Mamá, me lie la manta a la cabeza y me vine a "Casa" sin preguntar.

Queda ya atrás la Pujada al Migjorn, en la que disfruté muchísimo. Tanto que..me sorprendió la  posición en la que quedé sin haber borrado la sonrisa de la cara. (3ª Senior).
Espectacular recorrido más bien técnico, que merece la pena apuntar sí o sí para el año que viene. Impresionantes vistas de todas las caras del pico, trepadas libres y con cuerdas, apoyos a tres manos, ríos...genial.

Queda pues la mirada libre para marcar otro par de objetivos que ya tengo más o menos claros.
Queda una semana por delante en la que mostrar amor a raudales, generosidad, gratitud y conciencia y recibir a cambio descanso, paz interior, fuerza y una nueva perspectiva.

Están por tanto las fechas clave que tan nerviosa me ponían ya pasadas en el calendario. El 18 y el 20 de Noviembre. Pongo pues otra para el 6 de Diciembre con un aire renovado, diferente y sin nada de exigencia. A rodar...por un terreno que no identifico ya como mío, pero que me ilusiona por integrar a otros, por animar a los que comienzan...

 

Vamos desde aquí también  pa' alante. :)

PERSPECTIVAS

Bueno, parece que las fechas se acercan. 18 y 20 de Noviembre. Ayer las vivía nerviosa y con confianza pero con mucho, mucho respeto. Las uñas...lo notaron.

El 18 tenemos cita en Xixona con los 21km de la Pujada a la Penya del Migjorn.  Cita con l@s aprox. 350 valientes que serpentearan la sierra en busca de un rato bueno en el campo y de coronar el pico del "viento del sur" que mira desde lo alto hacia Alicante. Cita, pues con los 1085m de desnivel  que nos darán la perspectiva suficiente para relativizar lo que somos y hacia dónde vamos "de verdad" (al menos a mí, me pasa eso.)

Es curioso cómo una mañana en casa, puede dar una perspectiva y una mañana de trote puede cambiarla radicalmente. Me sorprende lo fácil que es y lo difícil que a veces lo hacemos. Me alegra ser consciente de que siguiendo las "miguitas" de pan (objetivos) sabemos hacia dónde nos dirigirnos y me asusta perderlas de vista en algún despiste, por si me voy... por otro camino. Así en la vida y así en el monte. Atenta a cada paso con un objetivo claro, pero con la mirada 100% presente al siguiente indicativo. ¡¡Si es que es "mu fácil Bea"!! Solemos despistarnos y después decimos que...la vida nos engaña.

Así voy pues, ultimando en esta semana de lluvia y viento la subida a un nuevo pico "a ver qué se ve desde arriba, por el camino,  y en esos mismos sitios, dentro de mí". 4 perspectivas todas ellas diferentes, que después del análisis sintetizaré para sacar lo mejor del evento. A ver qué me encuentro. :)

El respeto es mi mejor consejero, la ilusión mi mejora baza, la confianza mi compañera de viaje y correr mi herramienta para seguir descubriendo mundo, dentro y fuera de mí.

Espero contaros que cuando baje del pico y recoja la bolsa del turrón, tengo más ilusión y ganas de mirar cada vez más alto, quizá... desde otro pico. :)

Dos premisas:
1- Hacia el sur y hacia arriba.
2-Adelante siempre adelante.
Os cuento :)